sábado, 25 de julio de 2009

AVISO OPORTUNO



La gran oportunidad había llegado, o al menos eso parecía. No obstante, el nobel escritor se encontraba ante un gran reto: plasmar, en tan solo una cuartilla, el producto de sus más sesudas incursiones en el campo de la ciencia ficción dura.
Debía plasmar, el producto de sus incontables lecturas, que incluían a casi todas las obras del género. Plasmar el producto de sus obstinadas incursiones en talleres de creación literaria, de donde una y otra vez, había sido rechazado y desahuciado.
Y plasmar, por supuesto, la experiencia que como escritor había adquirido tras garabatear todas las hojas de todos sus cuadernos escolares de los últimos tres años.
-¿en tan sólo una cuartilla? –había sido la angustiada exclamación del joven al escuchar por la bocina telefónica la consigna del asistente del editor de la prestigiada revista-. ¡Pero si en una cuartilla no caben más de 300 palabras¡
-¿Y eso qué? –respondió fríamente la voz del otro lado del teléfono-. ¿Acaso no sabes que Monterroso empleó tan sólo siete palabras para redactar el cuento que lo hizo famoso?
El nobel escritor lo intentó durante aquel año escolar y después de reprobar todas las materias que cursaba, optó por disponer de sus ahorros y publicar su primer cuento corto (3,500 palabras) en uno de los periódicos más reconocidos de la ciudad.
¿Qué en qué sección del periódico lo publicó? Je je, sobra decirlo ¿no?